
El zorro es considerado el mensajero del dios Inari.
En nuestro tercer día por Japón descubrimos alguno de los monumentos más importantes de Kyoto como son:
- Nos enamoramos del impresionante templo de las mil puertas, el Fushimi Inari-Taisha. Probablemente el templo que más nos gustó de todo nuestro viaje.
- Más tarde cambiamos la paz por el ruido y la locura al visitar el famoso templo de Kiyomizu-dera.
- Paseamos por uno de los barrios más tradicionales de todo Japón, el famoso barrio de Gión, teniendo la suerte de coincidir con el impresionante festival Gion Matsuri.
A estas alturas del viaje nuestro jet lag prácticamente había desaparecido y pudimos descansar lo suficiente para así disfrutar al máximo de nuestro día. Después de una buena ducha y de desayunar en la habitación un café y algún dulce que habíamos comprado el día anterior en uno de los supermercados 24 horas que había cerca de nuestro hotel (Mystays Shin Osaka Conference Center) nos dirigimos a la estación JR de Shin Osaka para coger el tren hacia el complejo Fushimi Inari, hay que hacer un transbordo en la estación de Kyoto para después de 19 minutos llegar a la parada de tren Inari (como siempre para guiarnos utilizamos la aplicación de JR, hyperdia).
Si hay un sitio que de verdad nos enamoró de nuestro viaje por Japón sin ninguna duda fue este increíble templo y sus toriis. El Fushimi-Inari conocido como el templo de las mil puertas, torii, es probablemente el monumento más espectacular y mágico de todo Kioto, pasear entre las miles de puertas de color bermellón es una experiencia única que te envuelve y atrapa en lo místico del lugar. Construido en el 711, el Fushimi Inari fue creado y consagrado al dios del arroz, el sake y patrón de los comerciantes, la deidad Inari. Se creó para pedir por las cosechas ya que en aquella época la agricultura era el motor de la economía en Japón. Al entrar al complejo podéis ver el impresionante torii Rōmon construido gracias al regente Hideyoshi, que según cuenta la leyenda al enfermar su madre prometió que si la deidad Iraní la curaba haría una gran donación al templo. El salón principal Honden, situado justo detrás del torii Rōmon, recoge las cinco deidades de la montaña Inari. Los más de 3000 torii donados por particulares o empresas que ponen su nombre en las puertas para pedir al dios Inari por sus negocios crean un recorrido por mitad de la montaña de aproximadamente 4km hasta llegar a Okusha Hohaisho, el salón de las plegarias donde se pide prosperidad a las deidades. A través del camino podréis observar centenares de zorros de piedra ya que es considerado el mensajero del dios Inari, la llave que podéis ver en su boca es la del granero donde se guarda el arroz, sinónimo de riqueza.
La entrada es totalmente gratuita y abre las 24 horas del día los 365 días del año, además podemos comprar todo tipo amuletos y recuerdos como son los omamori (amuletos de tela que dan suerte y protegen al que lo lleva), las tablas de madera Ema (para escribir nuestros deseos y pedírselos a los dioses sintoístas) o los famosos omikuji (papelitos que predicen el futuro, si os sale malo no olvidéis de atarlos a un árbol del templo, para que la mala suerte se quede allí).
Después de pasar gran parte de la mañana recorriendo este maravilloso lugar ponemos rumbo al templo Kiyomizu-dera, para llegar desde Fushimi-Inari hay que tomar el tren hasta la estación de Kioto (5minutos), al salir de la estación hay distintas paradas de autobuses, hay que coger el bus número 100 en sentido Ginkaku-ji y bajarse en la parada Kiyomizu-michu o el número 206 en dirección Kitaoji Bus Terminal y bajarse en la parada Gojozaka, desde estas dos paradas habrá que andar unos 7 minutos hasta llegar al complejo Kiyomizu-dera. La entrada cuesta 300 yenes (2,5 euros aproximadamente) y está abierto todos los días de 6:00 a 18:00 horas. El templo Kiyomizu-dera corona una colina al este de Kioto y desde el podemos divisar al fondo toda la ciudad, es uno de los templos mas fotografiados y visitados de la ciudad, pero eso sí no os esperéis un templo donde el silencio reina por sus rincones, es probablemente el templo budista más ruidoso de todo Kyoto debido a la gran cantidad de gente que lo abarrota día tras día.
El templo Kiyomizu-dera fue construido en el 778 aunque fue restaurado posteriormente entre los años 1631 y 1633. Entre los principales puntos de interés cabe destacar la gran terraza del salón principal (en japonés, hondō) sostenida por cientos de pilares de madera, cuenta la leyenda que en el periodo Edo más de 200 personas saltaron desde el balcón con el objetivo de si se salvaban un deseo les sería concedido. Desde este balcón podemos contemplar unas preciosas vistas de las montañas y la ciudad de Kyoto a sus pies. Dentro de esta enorme sala podemos ver a la diosa de las siete caras y mil brazos Kannon, bajo la protección de 28 deidades guardianes. Otro de los puntos mas interesantes es la cascada Otawa por la cual el templo Kiyomizu-dera toma el nombre del templo de agua pura, la gente forma largas colas para poder beber de su agua ya que se cree que da salud y longevidad.
La puerta Deva (también conocida como la puerta Akamon, por su color bermellón) situada justo al principio del complejo está salvaguardada por dos guardianes con forma de mitad perro y mitad león que la protegen de la entrada del mal.
Uno de los lugares más mágicos del recinto es el santuario Jishu (dedicado al dios del amor), situado justo detrás del salón principal, donde los visitantes se atreven a andar unos 12 metros que hay entre las denominadas piedras del amor con los ojos cerrados. Cuenta la leyenda que el que los recorra el amor verdadero. El templo Kiyomizu-dera corona una colina al este de Kioto y desde el podemos divisar al fondo toda la ciudad, es uno de los templos mas fotografiados y visitados de la ciudad.
Justo al salir de Kiyomizu-dera podeis pasear por dos de las calles con más encanto de Kyoto, Sannenzaka y Ninenzaka pertenecientes al distrito de Higashiyama, estas dos calles o más bien cuestas peatonales con suelo adoquinado mantienen todo el encanto del Japón tradicional, y después de un buen paseo de unos 30 minutos (2 km aproximadamente) acaban en el santuario Yasaka, sus casas de madera a ambos lados con tiendas de recuerdos, teterías típicas japonesas (no perdáis la oportunidad de visitar la casa de té Kasagiya una de las más importantes y famosas de todo Kyoto justo al comienzo de Ninenzaka), restaurantes y algún que otro templo (el templo Tokeiji es precioso) hacen que pasear por aquí sea una auténtica gozada, además verás a muchos japoneses con sus vestidos y trajes tradicionales paseando por esta zona. Después de un largo paseo, comprar algún recuerdo y llenar la tripa decidimos dar un paseo por el barrio de Gión, probablemente el barrio más famoso de todo Kyoto, tuvimos la suerte que coincidimos con uno de los festivales más famosos de todo Japón el Gion Matsuri celebrado por las calles de Kyoto la semana del 17 y 24 de Julio, alucinamos con los coloridos desfiles de carrozas empujadas por una cientos de personas vestidas con sus trajes tradicionales y entonando canciones típicas japonesas hasta quedarse sin voz. Nosotros tuvimos la fortuna de ir en esta época y lo disfrutamos como niños, es una experiencia única que recomendamos a todo el mundo.
Después de un largo día ya era hora de poner rumbo a nuestro hotel para ello cogimos otra vez el autobús 206 en una de las muchas paradas que hay en dirección la estación de Kyoto (también podéis coger el 205, 100 o 101) para tomar allí el JR con rumbo a Shin-Osaka, 14 minutos de viaje y por fin llegamos al hotel, había sido un día perfecto y ya era hora de descansar, mañana nos tocaba visitar Nara, sus ciervos y su impresionante Buda Cósmico, no os lo perdáis.
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